
Está bien. Cada uno se realiza como le sale del orto.
Pero luego tambien existe el que está como una maraca.
Se larga a hundirse hasta la cojonera en la nieve recien caida. A inmiscuirse en un medio hostil y a veces peligroso. Se le cae la sonrisilla al coronar un montón de caliza por encima de los dosmil metros. A que se le agrieten los labios y se le tornen de morado las extremidades. Y a miles de cosas tan ilógicas y poco agradables como estas.
Y sin embargo se siente orgulloso de no estar haciendo lo que no disfruta. Que le vamos a hacer.
Por eso mi sofá, y la pantalla del plasma de mi salón es lo que se percibe en la foto de arriba.
Es lo que hay.
No es un mal sofá, un poco frío, pero eso sí, las vistas son inmejorables. Tu hobby es mil veces mejor que todos esos otros que nombras. Montaña y fotografía, un tándem perfecto.
ResponderEliminarFeliz semana.
Coincidimos, serbal
ResponderEliminarSi es que "sarna con gusto..."