Es la segunda vez que visito Lisboa.
La primera vez fue hace 5 años en bici recorriendo la costa portuguesa.
Por aquel entonces ya me había dejado una agradable sensación.
Y realmente muchas veces tendemos a desechar lo que tenemos más cerca.
Ésta vez regresando tranquilo..sin prisa y con tiempo de deambular sin demasiados planes
establecidos.
Soy un enamorado de Portugal. Un país en que las cosas aún se mantienen puras. Siempre
con el Atlántico amenazante ejerciendo de contrapeso.
Esa sensación de estar en un sitio en que todo fluye como más despacio. No diré que como hace
décadas, pero si que realmente a lo largo de mis viajes por Portugal, en muchos sitios he
tenido esa sensación.
Nada más que entras en contacto con Lisboa te das cuenta de que los tópicos a veces
son ciertos. El portugués es una persona amable, y por extensión el lisboeta.
Y que el aire melancólico...esa "saudade" es perceptible desde el primer momento.
No es fácil comprenderlo, en mi caso me gusta. Ayuda que desde chaval crecí
escuchando a Madredeus..Dulce Pontes..Rodrigo Leao...
A Lisboa habría que volver cada cierto tiempo por coherencia. Por sentido común y por que
aquí existen placeres de los que carecen otras ciudades europeas.
Un Arroz de Peixe..acompañado de Vinho Verde arriba del Chiado...enfrente el estuario...
Callejear por Alfama....escuchar fado en cualquier calle..aunque no te guste....
Belem...Rossio....Baixa....El Mercado de Ribeira...Cruzar el estuario en barco al ponerse el sol...
Siempre el Tejo.
Realmente merece la pena escaparse aunque solo sea 2 o 3 días o algún puente largo.
Fuera de Lisboa...en un radio de 20 o 30 kmts...tenemos maravillas y muchísimas cosas
que visitar....Estoril..Cascais..Sintra...Cabo Espichel...Setúbal...Troia y el Estuario del Sado.
La oferta es amplia.