Cuando era pequeño, como la mayoría de los neños en Asturias, leí el libro
"La Aldea Perdida",
de Armando Palacio Valdés. El mejor relato, la mejor novela para hacerse una idea de como ha sido la vida en Asturias a lo largo de los últimos siglos. Una sociedad rural, de gentes que en las aldeas siempre han estado en contacto con la naturaleza. Así como la incipiente revolución industrial que chocó de frente con una vida antiquísima.
La novela estába ambientada en el concejo de
Laviana (Llaviana). En aldeas a las faldas de la
Peña Mea, la montaña mítica de esta zona.
Por eso recorrer los cordales que caen sobre estos núcleos, siempre contiene un cierto aire de recuerdo
hacia esta novela.
Concretamente hablo de la ruta a la que pertenecen las brañas (mayaos), de estas fotos.
La actividad recorre picos de la zona
...Mozqueta, Tresconceyos, La Vara..Sierra Alta...
Son cordales que hace dos siglos estában tapizados de robles y hayas. Hoy en día sigue siendo así en un 30%, el resto son praderias y sotobosque.
Aunque realmente, el desmantelamiento industrial y minero está haciendo que las cosas poco a poco
vuelvan a ser como antaño. El lado negativo es el despoblamiento, el paro y el abandono por parte de los paisanos de toda la vida de las tareas de cuidado del monte.
Nada nuevo bajo el sol.
Todos estos cordales de la zona central de Asturias son un mirador excepcional de la Cordillera.
A escasos tres cuartos de hora de las ciudades importantes, uno ya está caminando en un sitio
idílico.
Por otra parte, ningún montañero que se precie puede despreciar conocer los cordales interiores.
Si se quiere manejar todas las cartas de la baraja, estas tambien hay que jugarlas.
