Ese día te sorprendes a ti mismo..y te vuelves a descubrir en eses punto de equilibrio entre tu personalidad y esa perdida facilidad que tenias para reirte de todo lo que te puede suceder.
Y hostias...esa sensación es cojonuda. Ahora si amiguín...anda...vuelves a ser el mismo..te ha costado eh?..
Y ahí que te ves. Un amanecer élfico, una pandilla de amigos cretinos a tu lado que te miran con aire de no entender por que no dejas de disparar el sensor de tu cámara, y por que te ries de una forma tan incomprensible.
Ese día comprendes que tu travesia del desierto ha acabado.
Todos hemos tenido alguna travesía por el desierto, creo yo...
ResponderEliminarMe alegro de que la tuya haya terminado!
Ineresante, muy interesante...parar en un momento dado y ponerte a pensar...parece dificil.
ResponderEliminarBesos
Sigues siendo mi ídolo: vaya ánimos que trajiste, amigo; y eses reflexiones filosófiques valen su precio en oro. Yo creo que uno pasa la vida cruzando desiertos de esos...
ResponderEliminar¡Qué bueno que vinihte, pive!