Cabanes des Arbres

 Este año tuve un regalo de Reyes tardío, pero muy especial. Un fin de semana en los árboles. El sueño que siempre tuve de niño. Una casa en un árbol, en medio del bosque. Se trata de un sitio cerca de los Pirineos, entre la Garrotcha y el Montseny en Girona. Una zona extensa y boscosa en la que una pareja de franceses han montado un auténtico paraiso.

 Restauraron una antigua Masía de leñadores y la convirtieron en un restaurante precioso. Llamaron a unos canadienses que montaron unas cuantas casas en árboles a unos diez metros de altura. No han intervenido para nada en el bosque. El sitio queda donde Cristo perdió la zapatilla, se llega por una precaria pista forestal más apta para un 4 por 4 que para un turismo. Y una vez allí tienes que caminar un cacho para ir a tu cabaña. Cada una tiene el nombre de un ave.

 No tienen ni luz ni agua. Velas y una jarra para el aseo. El inodoro es ecológico...osease taza de lujo...y serrín. Eso si...a todo lujo..ventanales estancos, mobiliario a todo trapo..terraza con vistas al atardecer y Los Pirineos...y el desayuno y la cena es de escándalo..te la dejan en el suelo, y tu la subes con una polea. El sueño de todo guaje.

 En medio de la estancia convives con un gran tronco de un Abeto de Douglas. Las velas..(decenas de ellas aromáticas)..confieren un aspecto como de ensueño..las sensaciones son increibles.
Sientes que el árbol tiene vida, se mece con la brisa. Al anochecer las sensaciones se multiplican.

El silencio lo envuelve todo. Solo estrellas..lechuzas y cárabos marcando su territorio..sonidos allá abajo de venados atravesando tu entorno...
Para alguien que ama el bosque esto es un regalazo.
Al final cuando abandonas la cabaña..te sientes raro..no lo deseas.
Aunque bien es cierto que la cocina payesa de la masía te hace la marcha un poco más llevadera.
Ahhh..por cierto..estos catalanes son la hostia..les he descubierto un licor al que llaman "Ratafía".
Me tuvieron que arrancar la botella con violencia..