Los dominios del César

Para bajar de la Valdorria al lecho del Curueño tienes dos opciones. Una como dios manda...y otra bajar directamente por el mismísimo infierno. Y claro..la tropa siempre elige tentar al diablo.
No marearemos la perdiz describiendo el sitio, luego se convierte en un pequeño Cares.
Aunque aquí no hay una senda cojonuda como de Caín a Poncebos. Aquí hay que buscarse directamente la vida encajados entre la peña y literalmente mojarse.

La larga garganta no tiene salida. Constantemente vas encajonandote entre desplomes cuarcíticos, constantemente estrechandote hasta que te sientes ligeramente "apretao".
Una antiquísima trocha va introduciendote sin remedio en lo más profundo, pegado al
torrente que cada vez trae más agua, y cada vez con mayor fuerza.
Hay que vadearlo constantemente, apretando el culín para saltar de piedra en piedra.
Piedras que por otra parte son puro "jabón". Como las ranas. Y como somos amigos,
amigos pero cabrones, todos esperando haber quien se tambalea y hace el salto la carpa.
Y no son precisamente aguas termales. Sin embargo los Parameses valemos lo mismo
para este tipo de historias que para ganarnos la vida de funambulistas.
La cuestión es que de repente te empotras con que la garganta se cierra definitivamente.
Solo tienes la caida de unos 30 o 40 mts por una grieta. Por ella se precipita el torrente en
forma de potente cascada. Famosa por otra parte, ya que es muy visitada por debajo.
En Asturias se le llamaria un "Tabayón"...de la de mi madre.
Eso si, tiene montado un rappel precioso..pero en verano...pues bajas por la misma cascada.

Sin embargo si que hay salida. Por la pared izquierda del cuenco, y despues de andar
haciendo un par de equilibrios, tienes un murete de trepada fácil de otros 40 mts.
La guinda perfecta, para un sitio de auténtico escándalo. De esos que cuando piensas
en ellos empiezas a dar saltitos y palmas como cuando eras pequeño y acababas un puzle.
Bueno...no...la guinda fue la merendola que uno se da luego en el pueblín.

Foto 1: Alberto planeando la jugada mientras Seve espera turno.

Foto 2: Eduardo y Alberto trepan el murete final de salida.

Foto 3: Otra foto de un vadeo

Foto 4: Serbal en la gogotera de la discoteca

Foto 5: Serbal de nuevo en otra gogotera mientras Edu y Seve no le hacen ni puto caso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menuda suerte tuvimos con el día otoñal, una excursión completa y muy bonita. Ayer incluso ha nevado un poquillo en pucela, ya estamos esperando a la siguiente....

Anónimo dijo...

Preciosas las fotos de la parte final de la ruta del sábado aunque hay alguno un poco cabroncete, esperando haber si nos caíamos al río para hacer la instantánea. Yo creo que es una de las rutas que más he disfrutado ya que por lo general la tendencia mía al ver un río o un arroyo es resbalar en cualquier piedra y caerme, pero esta vez no sucedió. Aquí en el Páramo la nevada irá por los 15 a 20 cm en zonas de pradera aunque el tráfico no tiene ninguna dificultad.
Buen reportaje y espero que pronto empecemos con crampones y piolets.
Un abrazo y saludo de Edu.

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La Montaña de Serbal en Google Maps