La Torrezuela-Jou de las Pozas-La Jocica

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ACTIVIDAD: Enol-Mosquil de Cebolleda-Jou de las Pozas-Carombo-La Jocica-Amieva

SITUACIÓN: Macizo Occidental (Picos de Europa)

ASCENSO: 1.600 m.

DESCENSO: 1.900 m.

DISTANCIA: 27 km.

TIEMPO: 9 h.

DIFICULTAD: Alta

La segunda parte de la pernocta de este fin de semana consistió en un circuito
realmente muy bello.
Bello, pero que a mi personalmente se me hizo muy duro. Tenía los pies ya muy
tocados del día anterior. Así que el Domingo terminé con ellos hechos una llaceria.
Ni que decir tiene que subir desde el Refugio del Gurruño en la Vega de Enol
hasta Vegaredonda y el Mosquil de Cebolleda se hace muy pesado.
Eso si. Despues de haber descansado estupendamente. Una noche como pocas.

Desde el Mosquil, entramos en un terreno precioso. Rodeado de gigantes calizos
hasta culminar la Torrezuela (2.322 m.).
Delante de mi iba un "espolín" marcando el ritmo, con lo cual no habia forma de
descuidarse ni un minuto.
En el Jou de las Pozas, algunos se tiraron hasta laTorre de la Cabra Blanca.
Además de ir justito y con el tiempo medido, yo ya la habia hecho el año pasado,
junto con El Diente y las dos Garitas. Así que aliviado atravesamos el Jou de las Pozas.

Sin duda es uno de los sitios más salvajes de todo el Macizo Occidental.
El tiempo estaba cambiando y entraban nubes desde el oeste. Así que antes de
que nos tragara la niebla debiamos encontrar la bajada por las Pandas de Carombo
hasta La Jocica.
Sinceramente es larga y directa, pero estaba preciosa de flores y brezos.
A mitad de bajada nos envolvió la borrina.
Conectamos con la Senda de la Jocica y comenzamos el largo camino hacia Amieva.

Así terminamos un fin de semana estupendo. Pleno de paisajes y sensaciones.
Mereció la pena.

Foto 1: El Requexón sobre un mar de nubes.

Foto 2: Los compañeros ante de ser tragados por la nube y la niebla

Foto 3: La Porra de Valdepino y cordales de Ponga asomando sobre el mar de nubes.




Torre de la Canal Parda-Los Traviesos

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ACTIVIDAD: Enol-Torre Canal Parda-Torre de los Traviesos-Vegaredonda-L. Enol

SITUACIÓN: Macizo Occidental (Picos de Europa)

ASCENSO: 1.700 m

DESCENSO: 1.700 m.

DISTANCIA: 20 Km

TIEMPO: 8-9 h.

DIFICULTAD: Media-Alta

Se presentaba un día estupendo. Uno de esos días plenos en Picos de Europa
Sol, claridad, calor y alta montaña en su máxima expresión.
Días de caliza, sudor y trepadas sin descanso.
Salimos desde la Vega de Enol, donde los que pernoctariamos en el
Refugio del Engurruño soltamos todo el peso que pudimos.

La subida hacia Vegaredonda la hicimos entre un calor atroz. Un agobio tremendo,
que unido a los cúmulos que empezaban a aparecer me hicieron temer una
tormenta vespertina.
A su vez, los que pernoctaban en Vegaredonda, soltaron su lastre correspondiente.
Seguimos subiendo hacia el Collado la Fragua, dejando a nuestra derecha el
Porru Bolu y la Mañosina.
Este tramo lo hicimos en sombra, cosa que agradecimos en sobremanera.

De La Fragua tiramos hasta el Jou de los Asturianos, y siguiendo los jitos nos
plantamos en el espolón de acceso a la Torre de la Canal Parda(2.350 m.).
Espolón sin ninguna complicación. Trepada fácil y entretenida.
Desde la cumbre, admiramos otra vez el Jou Santu, y los gigantes del occidental:
Torre de Santa Maria, el Torco..y la reina...Torre Santa de Castilla o Peña Santa.
Inmensas.

De ahí a la Torre de los Traviesos. Y desde allí otra visión extraordinaria.
Esta vez del sector de La Robliza. Grandes recuerdos de un día estupendo de hace
dos años. Una buena paliza la de aquel día. En este blog ya se dió cuenta de aquello.
La vuelta y el ascenso se hizo por el mismo sitio, aunque el primigenio objetivo era
haber bajado por Aliseda.
En Vegaredonda se quedó la mayoria de la gente, y los que aún teniamos que bajar
al Engurruño repusimos fuerzas con unas cervezas.
Yo ya tenia unas ganas horribles de llegar a la Vega de Enol.
Sin embargo los pies me estaban empezando a reventar. Habia traido unas botas
que no suelo usar por Picos. Algo más duras de lo habitual. Tremendo error.
Y al día siguiente quedaba un palizón.

Foto 1: Cabañas del Engurruño. Camino de Pandecarmen

Foto 2: Desde la Torre de los Traviesos con el "tele" el Torrecerredo y el Central

Foto 3: Subiendo hacia La Fragua. Los Argaos y el Porru Bolu

Foto 4: La Torre de Santa Maria y su Horcada. Grandes recuerdos.

Foto 5: La gran Peña Santa desde la cumbre de la Torre de la Canal Parda.

Vega de Enol

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Los próximos días veremos el resultado de dos días de pernocta por el Macizo Occidental de los Picos de Europa. De como se puede disfrutar de la montaña en su máxima expresión.
Aunque a veces se sufra físicamente, todo compensa el poder ver lo que más quieres una vez más.
Merece la pena poder caminar, respirar y sentir las alturas en su máxima expresión.

Aunque físicamente pases dos días horribles debido a diversas causas.
Una mala elección de botas.Los pies destrozados por ello. Que no duermas lo suficiente
o infinidad de pequeños detalles parecidos, pueden arruinarte unos días que tanto esperas.
Pero todo merece la pena en cuanto estas en la Vega de Enol.
Verdes pastos, ganado, el Enol y el Ercina, y al fondo el telón del Macizo Occidental.
Algo sublime para un humilde aficionado a la fotografía como yo.
Pernoctamos en el Albergue de la Vega de Enol.
Un sitio muy cómodo. Buen trato. Agua caliente, y una estupenda cena.
Así da gusto.
Sobre todo cuando llegas el sábado destrozado de la alta montaña, y divisas la
belleza una vez recien duchado asomar en la Vega de Enol.

Como veremos estos días, la actividad fue:
Sabado: Vega de Enol-Vegaredonda-Torre de la Canal Parda-Los Traviesos-Vega de Enol
Domingo: Vega de Enol-Vega Redonda-La Torrezuela-Boca de Corroble-La Jocica-Amieva

Foto 1: Desde la Vega de Enol, parte del Macizo Occidental

Foto 2: Detalle del Lago Enol

Foto 3: Amanecer del Lago Enol desde el Albergue

A Peña Ubiña- Espolón Este.

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De aquella ni siquiera me atraía la fotografía. Solo tenía una de aquellas viejas máquinas
de carrete. Cada vez que hacias una foto, tenias que girar la ruedecilla. De ahí la pésima
calidad de las fotos que ilustran el reportaje.
Peña Ubiña es quizás mi montaña preferida. Quizás está entre mis tres preferidas al menos.
Inmensa como pocas y visible desde todos los sitios. Es algo telúrico.
Desde pequeño siempre me atrajo. Creo que una de las razones por las cuales me tomé
en serio esto de la montaña, fue para poderla subir y recorrer.
Es como esa chica que cuanto más la ves y más la conoces, más te gusta. Y aunque
vivas separado de ella, siempre quieres volver una y otra vez a verla.
Pues así es mi idilio con esta montaña. Periódicamente tengo que volver a subirla
una y otra vez.

Yo la aconsejaria en invernal, si se está preparado, no defrauda nunca.
Estas fotos ya tienen bastantes años.
Salimos del Puerto de la Cubilla hacia Casa Mieres, y de ahí al Alto Terreros.
Íbamos unos cuantos con la intención de subirla por su espectacular Espolón Este.
La idea era de Fede (sale en la última foto). Gran montañero de mi club (La Peñuca).
Para ello tendriamos que empezar dicho espolón desde el Alto Terreros.
Irlo buscando desde el Sendero de las Merinas. Trocha que atraviesa todo el macizo.

El espolón en si, no es dificil. En ningún momento hay pasos que excedan del IIIº.
Aún así aquel día vimos una pareja asegurandose en algun paso.
En mi opinión, el espolón subiendose en verano es innecesaria la cuerda.
La vía está jitada, y te deposita directamente en la cumbre.
Aquel día bajamos por el itinerario normal hacia el Collado Ronzón.
Sin embargo Fede y yo decidimos subir tambien a la Ubiña Pequeña.
Aunque esta vez cometimos el error de subirla por el lado leones. Nos equivocamos
y nos metimos en esas vetas rosadas que se ven desde Torrebarrio.
Las vetas no son más que esa horrible mezcla de griotte en descomposición.
Lo cual unido a la fuerte inclinación y a lo cansados que ya íbamos, hacia que
subiéramos un paso y descendieramos dos.
Aún así disfrutamos de la cumbre un buen rato. Luego bajamos a Torrebarrio.
Uno de esos días que disfrutas enormemente.
Ya va tocando subir de nuevo.


Foto 1: Desde la cumbre de Peña Ubiña hacia Castillines, Siete y Los Fontanes.

Foto 2: Desde Ubiña la Grande, Ubiña la Pequeña y sus excelentes pastos de altura.

Foto 3: Casi idéntica a la anterior

Foto 4: Fede en Ubiña la Pequeña con la grande detras.

Marañones. Las raquetas de antaño.

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Estos son unos marañones de Somiedo.
Los Marañones se ataban a las botas de faena. Y servian para caminar
por encima de la nieve.
Cuando las nevadas entonces suponian pasar de más de 2 metros.
Antes los usaban prácticamente la mayoria de los habitantes
de las aldeas de montaña.
Nada que ver con las actuales raquetas de plástico que usamos los montañeros.
Ergonómicas, ligeras....pero carentes de ese sabor añejo y tradicional.

Carretera de los Beyos

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Técnicamente es la As-625 Cangas de Onis-Puerto del Pontón-Riaño.
Pero es popularmente conocida como la Carretera de los Beyos. Ya que atraviesa
el desfiladero de los Beyos vertebrando el concejo de Ponga.
Es utilizada mucho por los que nos dedicamos al Montañismo, ya que de ella
nacen ramales secundarios hacia Amieva, Beleño, Soto de Sajambre...
Es estrecha y a veces bastante peligrosa. A veces para el que conduce en ella
por primera vez no supone ningún problema.
Sin embargo en otras ocasiones hay sustos gordos.

Estas fotos ya tienen más de 3 años. Creo recordar que era el mes de Octubre
o Noviembre.
Nos dirigiamos hacia el hayedo de Vegabaño para hacer el Canto Cabronero y
La Jocica. Íbamos en el autocar y aquel día el día estaba desapacible.
De esos días metidos en niebla y orbayo, además de estar bastante fresco.
La carretera estaba mojada y circulábamos a la altura de Ceneya.
Los conductores de estos autocares, como decimos en Asturias, "ya tienen callu".
Es decir, llevan toda la vida conduciendo y se saben casi de memoria cada curva.

Sin embargo, de repente en una curva apareció un coche. No debió calcular demasiado bien
y se abrió un tanto en la curva hacia el carril contrario. Y claro..en pleno giro
sin esperarlo apareció el autocar.
El coche se metió bajo la defensa de frente, y rebotó hacia atras unos 10 o 15 metros.
Era una pareja de turistas madrileños (creo recordar). Ella en avanzado estado de gestación.
Afortunadamente no le pasó nada aparte de un esguince cervical y el consabido shock.
Detras de la defensa del autocar va colocada la rueda de repuesto. En ella rebotó
el coche. Gracias a eso no pasó nada más.
No quiero criticar a los madrileños. Pero si es cierto que no conducen igual que los del norte.
Lo mismo que yo las paso canutas cada vez que voy a Madrid y me vuelvo loco con tres carriles a un lado y otros tres a otro. Con toda la gente adelantándome por uno y otro sitio. Estresante.
Lo mismo que eso, ellos se encuentran con el tipo de carreteras que tenemos en Asturias, León o Cantabria, y no estan acostumbrados. Curvas, grandes inclinaciones, climatologia...


Cabruñar- Conrado el Somedán

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Conrado nació en Urria (Somiedo). Aunque se casó con Tina que es de Valle de Lago.
Desde siempre hubo algo de piquilla entre las dos aldeas.
Conrado es el Campeón de Llanzamientu Barra. Un deporte autóctono con gran
tradición en la Montaña occidental de la Cordillera.
Ha hecho demostracioenes en Gijón y Oviedo.
Por cierto...Conrado me es muy..."familiar"...

Nunca he visto un paisano con tanta maña y fuerza juntas a la vez. Lo mismo te
conduce una carroceta al borde de un precipicio con la pericia del Raikkonen, que
te agarra una chábana y te la pone donde haga falta. Osea un "Paisano de Somiedo"
un "Paisano Asturianu".
Conoce su montaña. El me enseñó muchos vericuetos de la Palombera y Tibleus.
Sabe de ganado, y sabe cualquier cosa que tenga que ver con el método de vida
milenario de las aldeas vaqueiras de estas alturas.
Y me es "muy familiar"...je je.

Aquí en estas fotos lo vemos "cabruñando".
Cabruñar es machacar a martillazos la guadaña para sacarle filo y eliminar las mozcaduras producidas al segar. Como tradicionalmente se ha hecho toda la vida.
Cada pocos martillazos se debe mojar el martillo en agua para facilitar la acción.
Un artista.

Mi punto de vista.

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Hay veces que estas orgulloso de ciertas fotografias.
Luego las compartes con alguien
y resulta que no eran tan buenas como a ti te parecian.

Sin embargo, les sigues teniendo cariño a esas tomas.
No sabrias decir por que.
Quizas por que no has sabido captar aquel momento.
Quizás por que falle el encuadre o cualquier otro aspecto técnico.

Es el caso de estas tres fotos.
Las tomé una tarde del pasado Puente de Mayo.
El sol casi se estaba poniendo, y el momento me pareció precioso.
La de la montaña me pareció que captaba muy bien la verticalidad.
La de la planta me gustaba por la luz que hacia brillar los pelillos de los tallos.
Y la del sapo me inspiraba tranquilidad y algo de soledad.

Aunque luego las fotos realmente no cumplieron las expectativas
entre mis conocidos y amigos.
Sin embargo me quedo con lo que significan para mi.

Diente de León

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Algo tienen estas plantas que siempre me han fascinado desde pequeño.
Las asocio al verano, al calor y a sus semillas flotando en el aire.

Un campo sembrado de estas flores al atardecer es tremendamente fotogénico.
Es algo tan frágil que a veces solo hace falta una ligera brisa para que algo realmente
tan bonito desaparezca.

Sen de los Mulos- Peña Subes

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ACTIVIDAD: Puente Vaguardo-Sen de los Mulos-Peña Subes-Puente Huera

SITUACIÓN: Ponga (Asturias)

ASCENSO: 1.500 m.

DESCENSO: 1.500 m.

DISTANCIA: 15 Km

TIEMPO: 8 h.

DIFICULTAD: Media (Alta añadiendo Peña Ñorín)

La intención era hacer el cresterio que discurre entre el Sen de los Mulos y Peña Subes.
Y posteriormente si habia ganas y fuerzas, la descompuesta y peligrosísima arista de
Peña Ñorín.
Pero una cosa es lo que uno desea, y otra distinta lo que al final puedes hacer.
Salimos de Puente Vaguardo en fuerte subida por enésima vez hasta el pueblín abandonado
de Tolivia.

Aldea a la cual solo se puede acceder por estas inverosímiles sendas milenarias.
El caserío en si, está literalmente tragado por la espesura y la maleza.
El paso del tiempo es inmisericorde para estas antiquísimas murias.
Posteriormente subimos a la Collada Llámpara, y dimos vista al recóndito lugar de
Monte Llué.
Cada vez que paso por allí no puedo evitar asombrarme una y otra vez.
Llegar a Llué es poco menos que una proeza. Remoto, sombrio, y alejado a más de
tres horas de dura caminata desde cualquier punto civilizado.

Desde Collado Llámpara hasta el Sen de los Mulos aún lleva una hora de subida.
Pero merece la pena. Las vistas del oriente astur y de los Picos de Europa son
poco menos que asombrosas.
El cresterio desde el Sen de los Mulos a Peña Subes es discontínuo y en ocasiones
dificultoso. Pero en todo momento compensa tener a tus pies el Desfiladero de los Beyos.
La actividad se hace larga aunque vayas a buen ritmo. Las paradas son inevitables.
Disfrutas con las vistas, las fotos, la compañia.

Antes de bajar hacia la carretera que sube a Casielles, y de ahí a Puente Huera,
el plan era intentar hacer la espectacular arista de Peña Ñorín.
Personalmente le tenia muchas ganas, pero diversas circunstancias me hicieron
quedar con la miel en los labios.
Aún así algunos valientes, atrevidos o temerarios, je je!! (risa malvada), llegamos
hasta los pies de los últimos muretes.
Y todo ello a pesar de que un miembro del grupo nos martirizara continuamente
con una cancioncilla insoportable....
En fin, que al final el bien común hizo que desistieramos por esta vez.
Peña Ñorín se añade a la lista de pendientes.

Foto 1: Cresteando hacia Peña Subes. Valdepino al fondo.

Foto 2: Aldea de Víboli, Peña Salón y el Carriá al fondo.

Foto 3: Recóndito Monte Llué, a los pies del Niajo

Foto 4: Idéntica foto que la 2. Se percibe la Colladona Viances.

Mayo.

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El mes de Mayo ha sido muy beneficioso .
De 30 días, 25 se ha pasado lloviendo en diferentes formas.
Unos días torrencialmente.Otros orbayando...

Para los que nos pasamos toda la semana, sufriendo, esperando que llegue el sábado
para subir a la montaña y ver lo que más quieres...es desesperante que la lluvia te impida
a veces realizar actividad.
Sin embargo, toda el agua que ha caido, ha sido una auténtica suerte.
Dado el penoso y seco invierno, un mes entero lloviendo ha revitalizado toda la naturaleza.

Mayo ha causado que la naturaleza luzca como nunca.
Es increible ver el colorido que luce la montaña y el campo.
Todo es una gama de verdes brillantes. El agua baja por doquier por
torrenteras, arroyos, fuentes y manantiales.
Los caudales y las reservas, estan casi al 100%.
Un milagro. Yo no lo hubiera pensado a principios d eMarzo

Los pastos y la hierba se han enriquecido. Se presenta de momento una buena
primavera en cuanto a la vegetación, flora y fauna.
Las floraciones de Junio seran espectaculares.

Velocidades lentas en la fotografía

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Despues de unos días con problemillas técnicos, retomamos con un tema de Fotografía.
La velocidad lenta en la naturaleza la podemos usar básicamente en cielos nocturnos, con viento, niebla, en la vegetación, el fuego y sobre todo con el agua.
Aunque la foto que ilustra este tema poco tiene que ver con la naturaleza, el efecto que
produce disparar a velocidades un tanto lentas es realmente muy atractivo.
Generalmente en ríos, arroyos,lagos y cascadas, el efecto algodonoso produce cierto aire irreal.
Otro día hablaremos de la técnica de disparo.
De los diferentes promedios de exposición, y de la necesidad inexcusable de un buen trípode.
Aunque hoy en día los altos valores ISO, nos pueden sacar de más de un apuro en sitios con una luz escasa como el interior de un bosque.

La Montaña de Serbal en Google Maps