Idus de Marzo


La verdad es que últimamente me da bastante por pasear a media tarde.
Habia perdido la costumbre. Y la verdad es que es un auténtico placer.
Despues del crudo invierno parece que la ciudad se despereza.
Las terrazas van asomando llenas de gente con las gafas de sol a todo trapo.
Y empieza a oler a sidra, calamares y sardinas.
Y mira por donde pienso zumbarme media cosecha esta primavera.
Ves a gente que no habias visto en todo el invierno.
Son como champiñones afloran despues del mal tiempo con el calorcillo.

Y uno descubre la cantidad de cosas que puede ofrecer una ciudad..exposiciones
actuaciones,charlas...
Hablándolo con los amiguetes llegamos a la conclusión que la rutina es peligrosa.
Si te dejas llevar por ella uno ni se entera de lo que pasa ahí fuera. El día a día es matador.
Y es que es verdad. Bajar dos piñones el ritmo diario parece que no, pero me ayuda
a tener la mente en su sitio.
Tomarse la vida con tranquilidad debe ser la clave.
Y pienso hacerlo.

1 comentario:

Mª Angeles B. dijo...

Pues esta tranquilidad te sienta de maravilla, menudas tomas nos ofreces, son preciosas y impresionantes, me gustan mucho,la luz es perfecta.
Saludos.

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