El Gótic

No es la máxima expresión de la luz, ni tiene las vidrieras más bonitas de todo el orbe..cosa que solo posee la Catedral de León..la Pulchra Leonina.
No posee la profusión ni riqueza ornamental de la trasera de la de Burgos.
No mantiene la fama que solo los franceses han sabido darle a Notre Dame....
Pero la Catedral de Santa Maria del Pi en Barcelona tiene algo único e intransferible.

El color de su piedra no es demasiado favorecedor, y su situación empastada y casi
escondida tampoco le ayuda mucho.
Pero está enclavada en uno de los barrios más bonitos, más vivos y más encantadores
que yo haya visto...El Gótic..
Una maraña de callejuelas y un laberinto en el que cada plazuela y cada esquina posee
algo sorprendente que te encuentras de sopetón.
Y de repente te encuentras con La Catedral del Mar.
Su simpleza ornamental es lo que la hace preciosa. Todo en su sitio, y todo tendiendo
a buscar la máxima verticalidad posible.
Pueda deberse esto a la leyenda que transmite que fue el pueblo..el que impulsó su construcción
A traves de los diferentes gremios, fueron poco a poco levantando esta maravilla con los escasos
medios que poseian, en contrapunto con la riqueza y el poder que el clero iba depositando en su propia catedral...la de la Santa Creu. Solo hace falta ver la portada de esta última.

Sea como fuere, yo me quedo con la primera. Como todo en la vida, muchas veces lo simple es lo más bello.