El Refugio

Millones de veces me he visto en la necesidad de explicar a la gente el placer que obtengo en llevar el estilo de vida que tengo.
De explicar el por que de mi pasión por perderme solo por terrenos que para la mayoria de la población son considerados como una gilipollez.
Solo. En medio de la montaña, en lo más profundo del monte, o perdido en cualquier recodo de un gran bosque.
Al principio me molestaba en encontrar una explicación coherente que satisficiera la lógica de la gente "urbanita".
Hoy en día directamente ni me molesto en justificar nada. Es que realmente me da lo mismo.

Vivimos una vida establecida. De la que yo reniego día a día.
Somos moderadamente felices.
Trabajo,hogar,amigos....
Pero no es mi caso.
Para mi existe algo más.
No se si es suerte o no. Pero veo a muchas personas entrar en situaciones límites de estress o cosas similares. Crisis, depresiones..
Entonces buscan ayuda profesional. Algo que les ayude a salir del pozo.

En mi caso,repito que no se si es suerte, o que tengo un "loquero" diferente.
Cuando las cosas van mal lo tengo claro.
Mochila,botas,bastones...esperar a el sábado y hacia arriba.
Al bosque, a las alturas. No hay mejor terapia.
Horas enteras vagando sin rumbo en lo más intrincado. Rodeado de verde, de sentimientos primarios.
Nada mejor para retomar la perspectiva.
En fin. Uno que es raro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El monte es el último refugio para los que no hemos perdido el instinto animal que la naturaleza también nos donó.
Yo creo que no vamos a la montaña porque estamos agobiados ni mucho menos, creo que vamos porque la madre naturaleza hecha de menos a sus hijos y los llama...

Un saludo.

Héroe de leyenda.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no voy a la montaña, y lo hecho de menos.
El esfuerzo, el aire puro, la luz cegadora, el paisaje, el silencio, la fuerza de la naturaleza a veces tranquila, otras fiera; y el premio cuando llegas, una comida caliente, la paz, un buen sueño.

Ana Rodríguez Mayor dijo...

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