Old veins

Pues eso. Madera y un poco de Photoshop.
Es muy interesante fijarse en los viejos portalones. Desvencijados, ajados, pero
sumamente evocadores. Los antiguos herrajes y las desconchadas pinturas hay
veces que me hacen ensoñar e imaginar como serian las historias que se guardaron
detras de aquellas maderas.

La decadencia y el paso del tiempo es palpable y descorazonador muchas veces.
Pero ese toque de abandono en muchas aldeas y pueblos dan sabor a los sitios.
La luz invernal del atardecer hace el resto.

1 comentario:

Mattie dijo...

Y una vez más...los mismos gustos...

Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Y es difícil explicar con palabras un sentimiento, poner por escrito tantos recuerdos. Estas puertas me traen recuerdos de mi niñez, mil y una sensaciones, muchos detalles para no olvidar. Otros tiempos. La vida rural tiene algo especial difícil de transmitir a los que nunca han tenido la suerte de vivirla. Me apasionan los pueblos pequeños, viejos, abandonados. Las puertas de madera, las tejas, las calles sin asfaltar...Afortunadamente, estoy a diario en contacto con este tipo de detalles.
Disfruta de tu Páramo leonés. Aún esconde cientos de sensaciones.
Tanto ganado...y aún tanto por ganar...

Y abrígate, ahí a la izquierda pone que mañana nevará en Gijón :-)

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