La Robliza

ACTIVIDAD: Lago Enol-La Fragua-La Robliza-Tiro de la Llera-Vegaredonda-Lago Enol

SITUACIÓN: Macizo Occidental de Picos de Europa.

DESNIVEL SUBIDA: 1.900 m.

DESNIVEL BAJADA: 1.900 m.

DISTANCIA: 32 km.

TIEMPO: 10-11 h.

DIFICULTAD: Alta
El 2.005 fue un grán año montañero.
Dentro del entorno de los Picos de Europa,conseguí por fin ascender una montaña que se me había atragantado. La Robliza (2.227 m.).
Su afilada y peligrosa arista imponen un profundo respeto en ambientes montañeros.
Su espectacular y vertical cresterio es conocido como el "Espinazo del Diablo".
El entorno donde se sustenta esta montaña está alejado de casi todos los accesos.
Por lo que el acercamiento es realmente largo y duro.
En Julio del 2.005 pernoctábamos en Cain despues de una gran jornada por el Central.
Al día siguiente surgió la opción de atacarla.
Pero teniamos que alejarnos mucho de nuestra ruta y era practicamente imposible que nos diera tiempo.
A partir de ese día fue una obsesión el subirla.
Así un día de Noviembre de ese mismo año, y como se deben hacer estas cosas, planeamos una jornada "pata negra".
Extraordinariamente sin nieve, y con los pronósticos de tiempo despejado,allá que nos lanzamos sin atar muchos cabos.
Salimos desde Pandecarmen de noche cerrada.
Nos juntamos un grupete de habituales formados por mi tocayo Carlinos,Dani, Miguel y un servidor.
Estábamos concienciados de que tendriamos que darle bastante "zapatilla".
Así que desde un principio el ritmo fue muy alto.
Tomamos la archiconocida ruta hasta el Collado la Fragua por el Refugio de Vegaredonda y la cansina Llampa Cimera.
Superamos el mar de nubes, y de repente nos encontramos a nuestro amigo "Manolo Peña Santa".
Todo un portentoso personaje que ha subido cientos de veces en solitario la Peña Santa por todas sus vertientes.
No logramos convencerle de que se una a nosotros y lo vemos brincar de roca en roca camino por enésima vez la "Reina de Picos".
Nosotros como los galgos nos plantamos en la Jorcada Miguel despues de varias horas de acercamiento.
Ante nosotros tenemos la temida arista afilada como una cuchilla.
Impresiona más de cerca.
Aligeramos peso y nos lanzamos a ella.
Es espectacular. Su roca descompuesta impide ningun rapel seguro en la bajada.
Así que subimos a pelo,sin nada.
La verticalidad en todo momento es impresionante.
La adrenalina que empieza a aflorar hace que uno suba en un estado de euforia contenida.
A ello se une una especie de relax causado por intentar en todo momento no cometer ni un solo fallo.
Estamos acostumbrados a trepar. Pero en sitios como este un solo fallo significa aparecer 2 km, más abajo en Caín.
Carlinos es como un gamo y en todo momento va varios metros por encima de nosotros. Dani y yo vamos parejos disfrutando a fondo. Miguelín que es un fenómeno no para de hacernos fotos y de contarnos gilipolleces para hacernos reir.
Y llegamos a cumbre.
Abrazos,felicitaciones..
Miguel nos sorprende y saca una botella de sidra. Hay que estar muy colgado para portar una botella de sidra hasta aquí. La ligereza es básica, pero no para el.
Bajamos extremando las precauciones y felices.
Al llegar de nuevo al Collado Llambredas, vemos que vamos excelentemente de tiempo.
Entonces es cuando se empieza a desarrollar uno de esos días que siempre quedaran en el recuerdo.
Empezamos a subir cimas cercanas que de otra manera nunca vendriamos expresamente a ascenderlas.
Torre de los Cabrones de Peña Blanca (2.290 m.), Punta Gregoriana, Porru la Capilla (2.267 m.),
Tiro de la Llera (2,290 m.), Piedra Lengua (2.295 m.)..
Es un no parar. De momento vamos bien.
Pero se nos echa la noche encima.
Teniamos pensado rematar con Los Traviesos, pero el desnivel era muy grande.
Aún así de vuelta y a modo de capricho pusimos la guinda con el Porru de los Garapozales (1.983 m.).
Con las últimas luces del día llegábamos al coche.
Uno de esos días que siempre te quedarán en la memoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Joder!
¡Que montañón! /·$&%/%(Q&·$"!%&

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